El BIM revoluciona la industria de la construcción

La tecnología BIM revolucionará la industria de la construcción de la edificación y de la ingeniería civil.

Todo proceso de producción industrial se genera a partir del estudio y análisis de un prototipo, que una vez superadas las pruebas exigidas para su validación, se produce en serie, controlando su calidad y costes de producción.

En la industria de la construcción y de la ingeniería civil este proceso solo tiene cabida en parte de los componentes del modelo, al ser el modelo que se fabrica único y a la vez prototipo.

Todo proceso de construcción se resume en dos: compra de materiales y montaje.

Los materiales con los que se construye el modelo, edificio u obra civil, si son fabricados en procesos industriales con prototipos, ensayos y procesos que permiten controlar la calidad de la producción, los tiempos y los costes.

Pero el montaje de los mismos para construir el modelo, es un proceso único de prototipo, que no ha estado sometido a prueba y error y por lo tanto que en su ejecución aparecerán todos los problemas y desajustes que todo prototipo genera por principio, solo aminorado por la acumulación de experiencias similares en procesos análogos. Todo ello incide en el control de los tiempos y costes y en la calidad del producto.

La tecnología BIM resuelve este problema y revoluciona el proceso de montaje incidiendo también favorablemente en el de compra de materiales. Esta tecnología ya se viene aplicando desde hace tiempo en las industrias naval y aeronáutica donde los modelos suelen ser también casi siempre prototipos, más en la naval que en la aeronáutica.

Realizando un modelo BIM se tiene construido virtualmente un prototipo donde se pueden ensamblar todos los componentes, resolviendo los conflictos e interferencias del montaje y controlando los tiempos de ejecución para, una vez resuelto todo en el modelo virtual, llevar este a la realidad constructiva.

Con este procedimiento se puede obtener un ahorrar de entre un 3% a 6 % del P.E.M. dependiendo del tipo y complejidad de la obra en una proporción directa respecto a su dificultad, por una reducción en la cantidad de materiales empleados, por conocimiento preciso de la medición y un menor desperdicio; por una reducción en los tiempos de ejecución al conocer perfectamente el montaje y controlar su dificultades; por la resolución anticipada de los conflictos en el modelo virtual, antes del inicio de la obra.

Por todo ello el BIM revoluciona la industria de la construcción y será una herramienta imprescindible en un futuro próximo.